Traigo otro BL Thai, donde la trama es tan interesante, que opaca al contenido BL.
En este caso, nos muestran a nuestro protagonista: Great, quien debido a que llega tarde, va a toda velocidad con su deportivo por un túnel, siendo que arrolla a una peatón (¿Qué hacía un peatón en el interior del túnel, cruzando los carriles? Ni idea). A pesar de bajarse del coche, el miedo, el estado del peatón... provocan que Great se de a la fuga. Avanzara unos metros con su deportivo a toda velocidad, cuando su respiración y corazón se aceleren a tal punto, que tendremos una escena digna de El príncipe de Persia: las arenas del tiempo, viendo como Great se rebobina hasta el momento antes de entrar en el túnel. Tendrá una segunda oportunidad.
Por otro lado tenemos a Tyme, cirujano en el hospital, que oculta algún secreto. Bueno, el caso es que el mejor amigo de Tyme, médico también, está realizando una investigación sobre lo que ocurre en las experiencias cercanas a la muerte, este es un punto importante.
Great y Tyme se conocerán durante una visita del primero al hospital, dando el comienzo de una relación peculiar, salpicada por los eventos externos.
Para el resto de la trama, tenemos a varios personajes. Hay asuntos de negocios sucios, un asesino misterioso, trabas a una investigación... En medio de todo eso, veremos a Great rebobinar el tiempo en varias ocasiones, pero sólo cuatro minutos, mientras su reloj parece marcar siempre la misma hora, 11:00, aunque según avancemos en la historia irá subiendo, tardará días en pasar a las 11:01... serán precisamente los demás sucesos ajenos, los que nos van a indicar el paso del tiempo.
Esta serie, de sólo 8 episodios, resulta un tanto compleja de seguir, pues los supuestos hechos secundarios, como dije, marcan el paso del tiempo, y vamos a tener hasta tres visiones de los principales (en teoría), todo ello girando en torno a los 4 minutos de anoxia que soporta el cerebro. Creo que fue terminando el capítulo 3, cuando un suceso de la historia, derribó todas mis hipótesis sobre lo que estaba sucediendo (no fui a la única que le pasó), y tengo que admitir, que me encanta cuando un autor es capaz de hacerme eso, de conseguir que mi mente tenga que teorizar a casi cada paso, y no le permita adelantarse a la historia.