Es una película india, de reciente estreno en Netflix, que nos presenta una trama basada en hechos reales.
Nuestro protagonista será el periodista de mediados del siglo XIX, Karsandas Mulji.
Se nos comienza hablando de que Karsandas siempre demostró una gran curiosidad, y un deseo intenso por la justicia. Una de las primeras cosas por las que le vamos a ver luchar, es la libertad social de las viudas, que puedan participar en festivales, ceremonias...
Lo que de verdad nos interesa, es su enfrentamiento al Maharajá, y las prácticas poco piadosas de este.
El tal Maharajá, al que todos llaman Jeijei (o algo así), es como el sumo sacerdote, y por tanto puede celebrar el rito divino. El caso, es que cuando nos comenten qué es el ritual, va a ser cuando Karsandas también lo descubra, al ser su prometida la muchacha involucrada. El ritual es cuestión, con espectadores que pagan, es nada más y nada menos, que tener sexo con el Maharajá. Obviamente, Karsandas va a intervenir, y tratar de llevarse a su prometida de allí.
Esto será el comienzo de la batalla entre el periodista, y el Maharajá, que terminará en los tribunales, a pesar de los intentos de los poderosos de evitarlo. Resulta que el tipejo este, aprovechando que los fieles no sabían leer sanscrito, les cuela la Prima Notte (el derecho de pernada) y todo, y se queda más ancho que alto.
El juicio está representado de tal manera, que si tal solo Karsandas dijo la mitad de lo que dicen, ya es acojonante.
La película está muy bien llevada, interpretada... es india y esto se les da bien.
Lo más impactante, es poder comprobar una vez más, el tiempo que se lleva luchando por derechos básicos, un tiempo que son generaciones (aunque haya quien se quiera arrobar el mérito en el presente), personas que arriesgaban todo (incluso su vida, no sólo palabras) para conseguir justicia para quienes no podían acceder a ella.
Perdón por el comentario pseudo.
Regresando a la película. Es muy recomendable.
